Para muchas mujeres, elegir un traje de baño es sumamente común, para otras, como yo, no lo es. El simple hecho de no ser una talla comercial o no tener un cuerpo proporcional con los estándares, hace que la elección sea muy complicada. Pero ello es solo un reflejo de lo mal que la puede pasar una chica real en una ciudad como Lima, donde las opciones en tallas es bastante limitada.
Con el afán de encontrar alguna marca que pueda incluir gente como yo en sus modelos, inicié una búsqueda de tiendas plus sized, de las cuales encontré dos que tenían diseños que podían ajustarse a mi estilo, sin embargo, no encontraba trajes de baño que, con toda sinceridad, era lo que buscaba para mí verano holandés.
Entre esas búsquedas en Google y redes sociales, hallé un proyecto que me llamó muchísimo la atención, este mismo se llama «Rosazar«, una boutique de lencería y trajes de baño que rompe totalmente lo esquematizado, pues sí, porque lo esquematizado te pinta a las chicas gorditas durmiendo en camisón y usando trajes de baño súper aburridos, si es que se pondrían un traje de baño.
No ha existido jamás en lo imaginado una chica gorda, pero sexy y usando lencería, ni pudiendo llevar un moderno y estilizado traje de baño por alguna playa paradisíaca. Lamentablemente, aún conservamos ese rechazo y lo vemos como algo feo, cuando un cuerpo real debería ser mucho más bello, porque es el producto perfecto de la naturaleza.
La propuesta de Rosazar me jaló el ojo súper rápido y quise saber más sobre ello. Son una empresa conformada por dos amigas, que tienen como propósito poder romper esta idea dentro de su esfera, que es la moda, conservando una esencia de sensualidad femenina, sin dejar de lado el confort y la modernidad.
Tuve el agrado de experimentar sus productos y digo el agrado porque la experiencia fue lo que buscaba, durante mis vacaciones en Cuba. Me sentí atractiva, cómoda y moderna. Algo que normalmente no te permite sentir un producto estándar (siendo alguien de talla grande), eso es lo que debo destacar de esta experiencia, que fue muy bien pensado y dirigido.
Esta es mi primera experiencia posando en traje de baño para una cámara y me encantó, Rosazar me hizo sentir muy bien conmigo misma. Claramente, no pueden perderse esta experiencia.
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