Recuerdo que lo peor fue dejar crecer las raíces. Había aceptado mi cabello por más horrible que lo consideré siempre y en un claro ejemplo de que el amor lo puede todo. Aguanté mucho tiempo de cabello en transición. Fue un asunto más fuerte de lo que parece, pues no era enfrentarme solo con un cabello que nunca me gustó, sino que era ir contra la corriente, era añadirse un elemento más de diferencia y singularidad.
«En un mundo en el que todas las mujeres quieren verse iguales a una modelo es fácil ignorar las singularidades«.
Y por más fácil que podría ser para mí ignorar mis propias características o tratar de cambiarlas, algo dentro mío siempre amó lo diferente. Siempre sin seguir la corriente, siempre escapando del molde.
Ya grande y en un mundo tan superficial (y tan tan tan superficial como lo es el mundo del fútbol), se me ha venido complicando el mantener mi singularidad. Las influencias son fuertes, pero no son más fuertes que la constante reflexión.
Entonces, con el poder de elegir a voluntad propia, me di cuenta de cuánto me encanta aceptarme y que en esta vida no me ha ido mejor que cuando soy yo misma.
Parece mentira, ¿no?
Tengo una teoría, muy mía y sin fundamento lógico: el cambiar mi cabello cambió muchas de mis ideas, en una cabeza de cabello liso y falso empezaron a crecer ideas onduladas y propias. Este cambio ha sido sustancial, me alegra saber que un cambio físico me ha servido tanto por dentro.
Lo práctico del asunto
Si hablamos del tema práctico, no les puedo negar que tuve unas cuantas ayudas que me sirvieron en esta transición. A nadie le gusta verse mal en el trayecto y hubo varias cositas que me hicieron sentir mejor mientras mi cabello crecía, pero siempre con el objetivo claro: no volver a alisarme permanentemente.
Si eres de las que está en una transición a tus rizos naturales, esto va a servirte mucho:
- Alisar raíces con Steampod de L’Oréal: Aquí les dejo un post de hace unos años sobre cómo alisar con Steampod y por qué este tipo de plancha es la menos dañina para el cabello.
- Ondular todo el cabello: Hacerte rulos es también una opción, pero es importante que sigas cuidando tu cabello del calor. Una buena opción es usar un protector térmico, los hay de todo precio y tipo.
- BONUS: Y por si aún no lo sabes, no es necesario lavarse el cabello a diario. Por el contrario, es mejor no hacerlo y cuando lo haces, hacerlo con un shampoo natural (sin espuma). Acá te dejo 2 artículos muy buenos sobre el tema: https://www.vogue.mx/belleza/tendencias/articulos/pros-y-contras-de-lavarse-el-pelo-cabello-diario/7159 https://mejorconsalud.as.com/es-malo-lavar-el-cabello-todos-los-dias/
- Aprende a hacerte peinados: No hay nada que una buena cola de caballo no pueda tapar. Las colas con raya al medio son mi zona de confort y durante la transición me ayudaron mucho a sentirme cómoda. También la media cola y los moños me han sido muy útiles, a algunas personas podría parecerles buena opción usar vinchas o bandanas. El detalle más importante, por lo menos para mí, para mantener el orden de mis raíces alocadas, fue usar gel o cera.
- Cortar el cabello: Es una suerte haber encontrado peluqueros muy buenos que me hayan ayudado (y motivado) con mi transición. Ir cortando las puntas lisas de a pocos y con una buena técnica de movimiento hará que el cabello con raíces rebeldes tenga una mejor forma. Durante los últimos meses de mi transición tuve un corte que me encantó y aún tenía las puntas lisas.

Papá de Mulán
«La flor que florece en la adversidad es la más rara y hermosa de todas«.
Nunca renuncies a tu melena, el camino puede ser complicado y largo, pero nada se compara a verte en un espejo, reconocerte y entender que ser única te hace perfecta.