No hubo mejor argumento que la despedida de soltera de una de mis mejores amigas de toda la vida y ya iban a ser dos años sin verlas, no me lo podía perder. El destino era Cancún y las ganas de unos días fuera de la rutina hacían la combinación perfecta. En mi ilusión todo era magnífico, pero la realidad siempre ha sido tema aparte.
Para inconvenientes, soluciones
Primero lo primero, con quién se quedaba Niara. Las opciones se resumen a: mi mamá tiene que venir. Nunca he dejado durante más de un día a Niara con nadie más que no sea mi mamá, no sé, no me veo dándole esa tarea a nadie más, su bienestar es lo más importante para mí.
Renato tenía partido fuera y su carga laboral será muy pesada durante esos días, esa fue la única razón por la cual tuve que pensar en alguien más. Es un gran alivio contar desde siempre con el apoyo incondicional de mi mamá, sin su ayuda muchas cosas se me harían imposibles.
Creo no haberlo mencionado nunca, pero el tener una asistenta en casa ha sido primordial para retomar mis actividades, entre las que se encuentran este blog. Con una encargada del hogar, la vida es muchísimo más sencilla y los pendientes de la casa fueron poco menos que indicaciones de rutina. Con mi mamá próximamente en casa y todo el orden, ya podía comprar mi pasaje y alistar maletas.
Aquí les dejo un post antiguo sobre qué llevar en tu maleta: https://www.ameliaysulampara.com/2018/09/19/10-cosas-que-no-puedes-olvidar-en-tu-maleta/
No quiero dejar de mencionar que nada de esto hubiera sido posible si no tuviéramos comodidad económica. Leo muchos blogs y consejos en los que parece que no se pensara en que uno se debe ajustar a un presupuesto mensual, pero este viaje no es el punto de lo que les quiero contar, por eso podrían omitir el lugar.

El viaje en mis adentros
México es un lugar hermoso, pero con la compañía que tenía creo que cualquier destino lo hubiera sido. En unos días hemos construido memorias que no se borrarán nunca. Todo esto tenía que tener un efecto en mi manera de ver las cosas y es lo que más rescato de estos días lejos de casa.
En el aeropuerto de Vigo, aún pensaba si sobrevivirían sin mí unos días. Si todo saldría bien y estaría de vuelta en casa sin ninguna complicación, un mensaje de Renato pidiéndome que me divierta mucho y que no me preocupe por nada fue suficiente para alejar mi vida cotidiana de los pensamientos, porque realmente quería disfrutar el presente de cada momento. Hace 7 años que no tenía unos días sola, hace tiempo no estaba sola.
No es novedad que para las madres, nuestra prioridad siempre es el bienestar de nuestros hijos. Pero, al igual, deberíamos darnos protagonismo. Parte de ese reconocimiento que siento merecer es estudiar y hacer este blog, son cosas que me hacen bien, que me hacen avanzar, pero más que eso, que disfruto.
Esas horas que me tomo durante el día son totalmente motivadoras y me hacen disfrutar más los momentos con Niara. Sin embargo, la casa no deja de ser la casa. Es necesario cambiar de espacios y no desaprovechar las oportunidades.
Entre tantas razones para no hacerlo, nosotras mismas nos ponemos trabas para no salir, para no aprovechar la oportunidad. Hubiera sido mucho más sencillo decirles a mis amigas que no podía, pero sentirme prioritaria me ayudó a resolver en lugar de excusarme.
Las mamás no necesitamos estar siempre con nuestros hijos para ser buenas, necesitamos estar bien y ese bienestar es también una responsabilidad que deberíamos asumir.
No es sencillo, nada que nos dé temor es sencillo, pero, y especialmente después de estos dos años, no puedes descartar los momentos. ¿Mi consejo? Sal con tus amigas, tómate ese café y ríete mucho. Verás que al volver a casa todo se verá mucho más lindo.
Un beso,
Andrea.